lunes, 24 de marzo de 2008

Trece

Anoche tuve una pesadilla. Desperté con fiebre. Encendí la lámpara del velador. Me levanté. Fui al baño. Tomé un vaso de agua y un par de aspirinas. Me miré al espejo. Los ojos rojos, el pelo mojado, una leve e inquietante erección. Me dieron ganas de cagar. Cagué agua. Espesa pero agua al fin. Me limpié y me lavé las manos. Fui a la cocina. Abrí el refrigerador. Saqué una manzana y le dí un par de mordiscos. Boté la manzana al basurero. Salí al balcón. Respiré profundo. Escuché el murmullo de la ciudad. Una bocina lejana. Las voces de una película de madrugada. El ladrido de un perro. Las risas de un par de borrachos. Encendí un cigarrillo. Repasé las tareas pendientes. Esperé.

No hay comentarios: