sábado, 29 de marzo de 2008

16

Caminando por Providencia me encontré con el mendigo que se viste de mujer, que va a poto pelado, que se pone colorete en las mejillas, que busca y busca entre los basureros, que no pierde el tiempo entre las miradas de cientos de oficinistas con aliento a happy hours, que camina orgulloso/a como una princesa posmo, que se lleva el dedo a la nariz como si estuviera en su propia pieza, que muestra orgulloso/a sus nalgas sucias y apretadas. El mendigo busca. Algo busca. Por aquí y por allá. Recolecta, urga, toca. Siempre en las mismas calles. Siempre con la mirada fija.

No hay comentarios: