lunes, 24 de marzo de 2008

Siete

Alguna vez me gustó la poesía. Compré libros de Rimbaud, Verlaine, Apollinaire, Lihn, Ginsberg. También me dio por escribir versos. Los poemas de amor eran mi carta de presentación. Ninguna mujer cayó en mis brazos gracias a mis poemas. Mi mayor triunfo fue un "ay que lindo, muchas gracias". La noche que leí a Rodrigo Lira dejé de escribir huevadas.

No hay comentarios: