sábado, 29 de marzo de 2008

19

No puedo dormir. En un departamento vacío están celebrando un cumpleaños. Se escuchan gritos, copas que chocan y música que hace temblar las paredes. Me asomo a oscuras desde el balcón para identificar el depto de la fiesta. Cuando lo hago, veo en el depto que está dos pisos más abajo, a una pareja apoyada contra el balcón. Ella sostiene la mirada hacia la ciudad y él la empuja contra el balcón. El tipo está caliente (le sobajea las tetas) y ella ni se inmuta. Luego llego otro tipo y les ofrece un pito de marihuana. Ambos fuman. Luego un par de risotadas. Se escapan de mi vista y yo me quedo como idiota, solo, en piyama, escuchando a un grupo de personas divertirse.

18

Esta semana tengo una entrevista de trabajo. No estoy descontento en el diario pero siempre es bueno mirar hacia el lado. Me pagan 650 lucas al mes. Si me ofrecen 50 lucas más me largo. Un amigo me dice que carezco de ambición. Bah. La ambición me da lo mismo. Mientras tenga una cama, una tele, algo en el refrigerador y un balcón sobe un sexto piso me siento afortunado. La oferta es de una nueva radio informativa que nace en el mercado. El tipo que me llamó (nombre que no retuve) me dijo que estaban interesados en la ironía de mi pluma deportiva. Dijo "ironía". Que yo sepa mi estilo de redacción es el mismo de todos los periodistas de este país. Pero bueno. Los tontos abundan por todas partes. Lo mejor de esta oferta es que la radio queda a sólo 10 cuadras de mi casa. Eso me evitaría colgarme de las micros y ahogarme en el metro. Suena interesante. Veremos que pasa. Mientras, sigo fumando por las noches, trabajando de día, tomando su par de rones por la noche.

17

Son las 2 de la mañana de un día domingo. En la tele dan un especial con el grupo Abba. Veo a todos los integrantes, sobre todo a Anni Frid, esa belleza sueca que de niño me quitaba el sueño. Recuerdo que mientras a todos le gustaba la integrante rubia (Agneta?), yo me derritía en mis sueños infantiles por la integrante morena. Esta noche vuelvo a obsesionarme con ella. Busco en google sus fotos, mientras en la tele Abba canta Chiquitita. Ahí la veo con sus ojos verdes, leo que no es sueca si no noruega. Ahí veo que su historia está marcada por la tragedia. Hija de un alemán y de una noruega, me entero que ella es producto del plan ideado por Himmler, que buscaba emparejar a soldados nazis con mujeres de Noruega de raza aria. El objetivo? Mejorar la genética de los descendientes. Su madre murió cuando ella tenía 2 años. Luego escapó a Suecia con su abuela. Anni Frid se reecontró con su padre 30 años después cuando la fama de Abba se extendía por todo el mundo. En los 80, la morena se va a vivir a Suiza, donde se casó con un príncipe italiano. El año 98, su hija muere en un accidente de tránsito y un año después el cáncer mata a su príncipe. Fin de la historia. Apago la tele. Me fumo un cigarro. Ya es hora de dormir.

16

Caminando por Providencia me encontré con el mendigo que se viste de mujer, que va a poto pelado, que se pone colorete en las mejillas, que busca y busca entre los basureros, que no pierde el tiempo entre las miradas de cientos de oficinistas con aliento a happy hours, que camina orgulloso/a como una princesa posmo, que se lleva el dedo a la nariz como si estuviera en su propia pieza, que muestra orgulloso/a sus nalgas sucias y apretadas. El mendigo busca. Algo busca. Por aquí y por allá. Recolecta, urga, toca. Siempre en las mismas calles. Siempre con la mirada fija.

lunes, 24 de marzo de 2008

Quince

Despierto con resaca. Tuve una noche de aquellas en el bar Normandie. Dije que me gustaba el ron? Me gusta mucho. Lo tomo con Coca Cola Zero y dos rodajas de limón. Mucho hielo. El mozo lo sabe y lo sirve con simpatía. Siempre me siento en la misma mesa. Apoyado contra la pared me gusta controlar el espacio del bar. Ver quienes entran. Ver quienes salen. Ver como entran. Ver como salen. Anoche me tomé sólo un par de rones. Algo suave. Algo suave para despistar al insomnio. Dije que sufría de insomnio? A veces olvido lo que digo y lo que no digo.

Catorce

Recuerdo que cuando niño, mi padre me llevaba al cine Toesca. Recuerdo estar rodeado de niños y de padres aburridos. Recuerdo la bolsita de dulces de menta que compraba antes de ver la película. Recuerdo la frialdad de la butaca y el murmullo de un público infantil y ansioso. Recuerdo a Walter Lantz hablando con el Pájaro Loco. Recuerdo que odiaba que el sr Lantz lo llamara "Loquillo". Recuerdo a mi padre luchando contra un sueño abrumador. Recuerdo su enorme esfuerzo por mantener alguna conversación. Recuerdo que una vez se aburrió del Toesca y nos fuimos al Rex. Recuerdo que en vez de dibujos animados vimos una de adultos. Recuerdo un puñado de soldados en un fuerte en medio del desierto. Recuerdo que los soldados esperaban hace año poder disparar sus rifles. Recuerdo que los tártaros era el enemigo. Recuerdo la excitaciónde mi padre y mi total indiferencia. Recuerdo que 20 años después un amigo me regaló un libro de Dino Buzzati. Recuerdo que hablaba de tártaros y de una espera que se hacía eterna. Recuerdo que leí el libro en sólo un par de horas. Recuerdo que al cerrar el libro, recordé tantas cosas.

Trece

Anoche tuve una pesadilla. Desperté con fiebre. Encendí la lámpara del velador. Me levanté. Fui al baño. Tomé un vaso de agua y un par de aspirinas. Me miré al espejo. Los ojos rojos, el pelo mojado, una leve e inquietante erección. Me dieron ganas de cagar. Cagué agua. Espesa pero agua al fin. Me limpié y me lavé las manos. Fui a la cocina. Abrí el refrigerador. Saqué una manzana y le dí un par de mordiscos. Boté la manzana al basurero. Salí al balcón. Respiré profundo. Escuché el murmullo de la ciudad. Una bocina lejana. Las voces de una película de madrugada. El ladrido de un perro. Las risas de un par de borrachos. Encendí un cigarrillo. Repasé las tareas pendientes. Esperé.